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Mostrando las entradas de enero, 2020

ANALECTAS

El Maestro dice (Confucio):"Cuando uno se domina a si mismo rara vez puede equivocarse."

SEGUNDO LIBRO SAGRADO

SEGUNDO LIBRO SAGRADO - EXPLICADO POR TSENG TSÉ (DISCÍPULO DE CONFUCIO) CAPÍTULO III SOBRE EL DEBER DE ESTABLECER SU DESTINO FINAL EN LA PERFECCIÓN En el Libro Sagrado de las Odas se dice:"¡Qué abundante y profunda fue la virtud de Rey Wen! Brilló constantemente gracias al cuidado que tuvo que procurar la mayor perfección". En su puesto de príncipe de Tcheou, tomó el destino de sus acciones la benevolencia hacia la humanidad; como servidor de los Inn, la obediencia; como hijo, la devoción filial: como padre, la ternura; como humano de pueblo, la lealtad y la sinceridad. Se dice en el Libro Sagrado de las Odas: "Mira allá en las orillas del río Ki; está cubierto de hermosos bambúes que verdean. Nuestro príncipe se asemeja a ellos (el Duque de Zhou). Adornado con todas las virtudes, imita al artesano que corta y lima el marfil, al que talla y pule una piedra preciosa. Es serio y calmo consigo mismo, mesurado y majestuoso. Este príncipe sabi

WEN-TZU

Lao Tse dijo: "No persigas acciones que puedan ser repudiadas, pero no tomes a mal si las personas te repudian. Cultiva virtudes dignas de elogio, pero no esperes que las personas te elogien. No puedes hacer que la desgracia no suceda, pero confía en ti mismo para no llamarla con señas. No puedes hacer que suceda la fortuna, pero confía en ti mismo para no rechazarla. Cuando sucede la desgracia, puesto que no es obra tuya, no te apenes cuando estás en situaciones apuradas. Cuando llega la fortuna, puesto que no es un logro tuyo, no te enorgullezcas en medio del éxito. De esta manera vives tranquilamente y disfrutas del no esfuerzo, pero hay orden."