Tcheu Kung (Duque admirado por Confucio) dijo: " He oído decir que en la antigüedad hasta los ministros de Estado se instruían y se advertían unos a otros, se defendían y se ayudaban mutuamente, formándose en las buenas costumbres, y que entre el pueblo nadie trataba de engañar al vecino con embustes ni exageraciones. "Si no das fe a este relato y no aprovechas los ejemplos de nuestros padres, los ministros de Estado te imitarán. Las sabias leyes de tus predecesores serán cambiadas y perturbadas, desde las menos importantes a las más escenciales. El pueblo te desaprobará, y muy pronto todas las bocas expondrán sus quejas ante los Espíritus y les conjurarán a que te castiguen."